
Este film me recordó de cierta forma a "As good as it gets" protagonizada por Jack Nicholson.
La obsesión y la paranoia van de la mano aquí, recomiendo no perderse ningún detalle, sólo Play y un silencio sepulcral.
Walter Sparrow lleva 13 años felizmente casado con Agatha (Virginia Madsen), tienen un hijo preadolescente, Robin (Logan Lerman).
Trabaja en la recolección de perros callejeros, el día de su cumpleaños estaba a punto de terminar su turno y le ordenan capturar un perro que lleva una placa escrita (NED), no consigue atraparlo. Mientras, su esposa le compra un viejo libro de regalo.
El libro narra la historia de Fingerling, un hombre que desde su infancia vivió cosas que marcarían su vida, su obsesión se acrecentó sin límites. Siendo ya un hombre intentó evitar el suicidio de una mujer que no encontraba escapatoria con éste número, la locura pudo más.
Una serie de hechos resultan cada vez más identificativos para Sparrow, su vida parece regirse completamente por este número de forma incontrolable, necesita saber el origen del libro, quién lo escribió, por qué aparece ese misterioso perro constantemente, porqué todo se reduce a 23.
Su obsesión lo lleva a descubrir una macabra revelación. Los constantes desenfoques muestran la inestabilidad mental de Sparrow, su vida se ha trastornado completamente.
Dirigida por Joel Schumacher (The Phantom of The Opera), montada por Mark Stevens, La fotografía es bastante oscura y agobiante como la vida del personaje, la banda sonora está a cargo de Harry Gregson-Williams (Shrek I, II y III, The Chronicles of Narnia, Bridget Jones, etc.)






